El año que estamos a punto de terminar no ha sido el mejor para muchas oenegés y, para 2012, las perspectivas no son muy optimistas. Gran parte de sus ingresos se ha reducido considerablemente, especialmente los que llegaban de las administraciones.
Sólo los particulares siguen manteniéndose, aunque sus aportaciones ahora son menores. A pesar de ello, Castilla y León sigue destacando por su solidaridad.
La crisis no entiende de solidaridad ni de cooperación. Una realidad que están sintiendo muy de cerca las ONGS y las agencias de ayuda presentes en Castilla y León.