La realidad es que aún hay pueblos donde los vecinos tienen que moverse a una zona alta para poder hablar por teléfono. Esto ocurre en Villorquite del Páramo, en Palencia, sus poco más de 15 habitantes se quejan porque muchos no pudieron pasar la cuarentena allí por miedo a estar desconectados.
El locutorio de Villorquite del páramo es el único sitio del pueblo donde hay cobertura. Algunos vecinos quisieron pasar allí la cuarentena pero la falta de internet les hizo quedarse en la ciudad. Los que sí viajaron al pueblo, tuvieron que buscar alternativas. La falta de conexión no les da tregua y durante una pandemia, ese aislamiento se nota más.
Hay unanimidad entre los pocos vecinos que quedan en Villorquite para conseguir unos servicios mínimos y dignos. Pero el ayuntamiento no lo ve rentable al ser tan pocos habitantes.
Esta pequeña localidad palentina tendrá que avanzar con los tiempos para que los que ahora son niños se conviertan en futuros inquilinos.