El consumidor apuesta por incluir legumbres dentro de su cesta de la compra y esto repercute directamente en el agricultor. El año 2020 cierra con un balance espectacular para este sector. El incremento en un 25% de la demanda ha hecho que las naves estén vacías y los agricultores celebran este giro de tendencia.
En Castilla y León se siembran 22.000 hectáreas de legumbres pero el margen de crecimiento es enorme. Desde el sector afirman que durante los próximos seis años esta cifra podría aumentar hasta las 50.000 hectáreas. Dejan claro que dentro de España tendrían mercado siempre y cuando se empiece a apostar por el producto nacional, de esta forma gana el sector y también el consumidor.