En los años 70, miles de familias emigraron desde Cabo Verde al Bembibre para trabajar en la minería. De una de ellas procede Raly Cabral, que a sus 24 años ha debutado en una convocatoria de la selección nacional del país africano.
Han pasado varios años desde que el delantero vistió la camiseta de la selección de Castilla y León. "No sé si en aquellos momentos en los que iba con ellos pensaba en que con 24 años tendría esta oportunidad. Cuando fui con la selección de Castilla y León ya era algo increíble, otro sueño", comenta.
Ahora, el berciano forma parte de la convocatoria para los amistosos ante Brasil sub23, Senegal y Guinea-Bisáu, rivales "de talla mundial". La llamada le llegó por sorpresa, aunque ya habían existido contactos previos. "No me confirmaron 100% que iría convocado, pero algo de esperanza tenía", reconoce.
La bienvenida por parte de los más veteranos ha sido calurosa, pero Raly es consciente de que aún debe pasar las tradicionales novatadas. "Algo han comentado. Será poca cosa, pero algo nos tocará".
Para esta citación, el atacante se plantea "disfrutar de la experiencia", aunque sería "la caña" contar con minutos para demostrarle al seleccionador, Pedro Brito, que puede contar con él para las eliminatorias del Mundial el próximo mes de septiembre.