Casi la mitad de los adolescentes de entre 14 y 18 años consumen bebidas energéticas a diario. Esto ha hecho que la preocupación entre la sociedad aumente y por eso, ya son ocho las Comunidades Autónomas que se plantean regular la venta de estos productos a los menores.

Una bebida energética equivale a dos cafés expresos o a 3 latas de refresco de cola. Por lo que su consumo puede provocar graves daños en la salud de los más jóvenes. Además, la tolerancia que generan y el abuso que conlleva la ingesta de estas sustancias pueden generar una adicción, así lo asegura María Losada, técnico de prevención Fundación ALDABA.

Esto ha provocado que varias Comunidades Autónomas, la primera de ellas Galicia, estudien regular el acceso de los menores a estos productos, ya que no existe una normativa nacional que regule este asunto.

Por eso, en este escenario, los profesionales del derecho abogan porque el Estado regule esta cuestión y así evitar 17 normativas diferentes que pueden ser contradictorias entre sí.

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