Europa Press / Estrasburgo
El pleno de la Eurocámara pide, en su última sesión antes de las elecciones del 25 de mayo, un embargo de armas de la UE contra Rusia y sanciones contra empresas rusas, en particular en el sector energético, como represalia por la intervención de Moscú en Ucrania y su apoyo a los separatistas en el este y el sur del país.
El Parlamento Europeo "condena en los términos más enérgicos la creciente desestabilización y provocaciones en el este y sur de Ucrania", rechaza cualquier preparación de referendos ilegales al estilo de Crimea y avisa de que esta tensión "podría ser utilizada como falso pretexto por parte de Rusia para intervenir militarmente", según un proyecto de resolución que ha sido pactado por los principales grupos de la Eurocámara (conservadores, socialistas, liberales y verdes).
Los eurodiputados "urgen a Rusia a retirar de inmediato su presencia apoyando a los separatistas violentos y las milicias armadas" que han tomado edificios en varias ciudades del este y sur de Ucrania. También le piden que "retire tropas de la frontera este de Ucrania" y trabaje para encontrar una solución pacífica por medios políticos y diplomáticos.
El Parlamento elogia la forma "mesurada" y "moderada" con la que el Gobierno ucraniano ha reaccionado hasta ahora a la crisis y resalta que "las autoridades ucranianas tienen pleno derecho a utilizar todas las medidas necesarias, incluyendo el derecho a la autodefensa".
Los parlamentarios reclaman a los Estados miembros que "hablen a Rusia con una sola voz" y avisan de que la actual situación exige "reforzar la segunda fase de sanciones (contra Moscú) y estar preparados para la tercera fase (sanciones económicas), que deberán aplicarse de inmediato". Asimismo, la resolución pide "aplicar rápidamente un embargo de armas y de tecnología de uso dual".
Para la Eurocámara es imprescindible también activar "medidas contra las empresas rusas y sus filiales, particularmente el sector energético, así como contra las inversiones y los activos rusos en la UE", además de "revisar todos los acuerdos con Rusia para su posible suspensión".
Los parlamentarios defienden ampliar la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y lanzar una misión electoral para supervisar las elecciones presidenciales de 25 de mayo, y rechazan "cualquier presión externa para retrasar estas elecciones".