EUROPA PRESS / Barcelona
Doce vigilantes de seguridad iban a entrar a trabajar en la estación de Castelldefels Platja a las 23.30 horas, siete minutos después de que un tren arrollara la noche de Sant Joan a un grupo de personas, dejando 13 muertos y 14 heridos.
Según publican este viernes varios medios, Renfe había dispuesto un dispositivo de seguridad con 12 operarios que trabajarían en la estación a partir de las 23.30 horas en esta estación, que se preveía que iba a tener una gran afluencia por la celebración de la verbena.
El accidente se produjo siete minutos antes de las 23.30 horas, con lo que los trabajadores todavía no habían llegado cuando se apearon los centenares de viajeros del tren de Cercanías procedente de Barcelona.
El jueves, el cónsul general de Ecuador, Freddy Arellana, aseguró que las víctimas no encontraron la señalización adecuada para cruzar las vías y que al buscar la puerta de salida no la encontraron fácilmente.
Del mismo modo, testigos y familiares dijeron que el paso elevado estaba cerrado y que el paso subterráneo iba lleno de gente, por lo que muchos optaron por cruzar las vías.
En el accidente, 13 personas murieron, según las últimas informaciones, y 14 resultaron heridas, de las que cuatro ya han sido dado de alta y tres continúan en estado crítico.