INTERVENCIÓN EN LIBIA

Jiménez se reúne con los líderes rebeldes libios para mostrar su apoyo a la causa

  • La Ministra afirma que "no reconoce gobiernos, sino Estados
  • El objetivo es demostrar el apoyo del Gobierno al Consejo Nacional de Transición

Europa Press

La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, viaja este miércoles a Benghazi, en el este de Libia, con el objetivo de escenificar con su encuentro con los principales responsables del Consejo Nacional de Transición el respaldo que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero da a los rebeldes que luchan contra el régimen de Muamar Gadafi, a los que sin embargo no está dispuesto a apoyar financieramente.

Jiménez explicó este martes que lo que pretende con esta visita, la primera de un miembro del Gobierno a la zona bajo control rebelde desde que comenzaron las protestas contra Gadafi a mediados de febrero, es "demostrar" de una manera "clara y evidente" al Consejo Nacional de Transición el "apoyo que tienen por parte del Gobierno de España", que ya les reconoce como "un interlocutor legítimo".

En opinión de la ministra, los representantes de los rebeldes están trabajando "con mucha seriedad" y "solvencia", "tratando de integrar al mayor número de actores políticos en el país". "Es un buen dato que nosotros queremos reconocer, valorar y desde luego ayudarle a desarrollar", ha añadido.

Jiménez se entrevistará durante su visita con el presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafá Abdel Jalil, y con el vicepresidente de la junta ejecutiva y ministro de Exteriores, Ali el Essawi, así como con otros miembros del consejo, según ha informado Exteriores.

La ministra ya tuvo ocasión de hablar con representantes de los rebeldes libios durante la visita que realizó a mediados de marzo a El Cairo. La titular de Exteriores ha dejado claro en varias ocasiones, respecto a los rebeldes, que el Gobierno español "no reconoce gobiernos, sino Estados", después de que países como Francia sí les hayan reconocido, aunque considera que son un interlocutor "legítimo", como ha recordado hoy.

Su visita a Benghazi, ciudad a la que España fue el primer país en enviar ayuda humanitaria, se produce días después de que saliera de Trípoli el último diplomático que el Gobierno español había mantenido en la capital libia, tras resolverse satisfactoriamente el caso del fotógrafo Manu Brabo, detenido durante varias semanas por el régimen de Gadafi. En la segunda ciudad libia el Gobierno español cuenta con un diplomático, José Riera.

La ministra tendrá ocasión de repasar con sus interlocutores libios la situación sobre el terreno en el país, donde continúan los bombardeos de la fuerza internacional liderada por la OTAN y de la que forma parte España, así como la ayuda humanitaria que desde que comenzó el conflicto ha ofrecido el Gobierno español, especialmente volcado en ayudar a los miles de inmigrantes que huyeron del país hacia Egipto y Túnez y que no podían regresar a sus países de origen.

Reunión del grupo de contacto

Al día siguiente, la jefa de la diplomacia participará en Abu Dhabi (Emiratos) en la tercera reunión del Grupo de Contacto sobre Libia. En la última reunión, celebrada en Roma el pasado 5 de mayo, los países y organismos internacionales participantes habían acordado la creación de un Mecanismo de Financiación Temporal con el objetivo de ayudar a los rebeldes libios a financiar sus actividades y gestionar el territorio bajo su control.

Entonces, Jiménez había señalado que el Gobierno estudiaría el modo en que se podría ayudar al Consejo Nacional de Transición a que éste pudiera atender las "necesidades más urgentes y básicas" de la población civil.

Preguntada sobre si el Gobierno español va a realizar alguna aportación financiera concreta, la ministra ha dejado claro que España "no puede ofrecer más ayuda que la humanitaria que ya se está brindando".

Además de ayudar al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la evacuación de los inmigrantes varados en la frontera con Túnez, el Gobierno español, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) ha hecho llegar ayuda humanitaria a Benghazi desde Egipto en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PAM), así como a Misrata, ciudad del oeste bajo control rebelde y asediada por el régimen.

En total, el Ejecutivo a destinado a estas y otras actuaciones, así como a contribuciones a organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) o Acción contra el Hambre (ACH), más de 4,5 millones de euros.