Los milicianos prorrusos sólo han tardado un día en responder a la operación militar del Gobierno de Ucrania en el este del país. Unos veinte separatistas fuertemente armados se han hecho con el control del ayuntamiento de Donetsk y se han atrincherado en su interior. Además atraen a los soldados ucranianos a su bando, como los de estos seis vehículos blindados que han desertado en Slaviansk. Esa ciudad y Kramatorsk son las dos que reconquistó ayer el ejército ucraniano, después den un tiroteo que dejó entre cuatro y once muertos según las distintas fuentes.
El Gobierno de Kiev asegura que combate contra terrorista que está exportando la Inteligencia de Rusia para desestabilizar el país. Moscú lo niega y advierte que Ucrania está al borde de la guerra civil. Vladimir Putin lo ha afirmado ante Angela Merkel en una conversación telefónica esta madrugada. La canciller alemana le ha inisitido en que utilice su influencia para que los separatistas den marcha atrás. Es el mismo mensaje que en los últimos días ha enviado a Moscú la comunidad internacional y que se lo reiterarán a las autoridades rusas este jueves en Bruselas en una cumbre a cuatro bandas entre el Kremlin, Estados Unidos, Ucrania y la Unión Europea.
Mientras avanza la presión hacia Rusia. La OTAN ha anunciado que reforzará la defensa en el Este de Europa por tierra, mar y aire.