Acababan de bajar de un tren de cercanías y se dirigían a la playa para participar en la verbena de San Juan. La mayoría de ellos optaron por cruzar las vías en vez de utilizar el paso subterráneo. En ese momento, otro tren procedente de Alicante les arrolló sembrando la vía de cadáveres.
Lo que iba a ser una noche de fiesta acabó convirtiéndose en una tragedia. Poco antes de las once y media de la noche, unas treinta personas son arrolladas por un tren en este apeadero de Castelldefels. 12 personas mueren y otras 14 resultan heridas. La mayoría son jóvenes, de entre 16 y 26 años. Los que lo vieron relatan una situación dantesca.
El grupo intentaba cruzar las vías para acudir a los festejos de San Juan en la playa de Casteldefels. Pero no se percataron de que un tren “Alaris”, que cubría el trayecto Alicante-Barcelona, y que no tenía parada, se acercaba a gran velocidad.
Habían llegado a Castelldefels en un tren de cercanías junto con más gente. Algunos utilizaron el paso subterráneo, que cumplía la normativa según el Ayuntamiento. Pero la gran cantidad de personas que pasaban por él podría haberles hecho atravesar un lugar indebido y finalmente, mortal.
Los servicios de emergencias llegan minutos después del siniestro para atender a las víctimas. Hasta allí también se trasladan equipos de sicólogos para apoyar a sus familiares.
Durante buena parte de la noche, los cadáveres han permanecido en las vías hasta que el juez ha ordenado el levantamiento.