Vamos a ver un colchón como cualquier otro menos por un pequeño detalle, a los pies cuenta nada menos que con una caja fuerte. Un empresario salmantino leyó un día en la prensa que la desconfianza hacia las entidades bancarias llevaba a que regresaran los años de guardar el dinero en el colchón y se le ocurrió que por qué no hacerlo bien.
Así que se puso manos a la obra, contactó con ingenieros y fabricó lo que no deja de ser un colchón de alta calidad, con relleno de viscolástica, cómodo y confortable pero con una caja fuerte a los pies. Después, surgió la idea publicitaria de presentarlo como una nueva entidad financiera la caja de ahorros de mi colchón.
Por unos 800 euros podemos adquirir esta particular caja de ahorros en la que seguramente no encontraremos más dinero que el que metamos, pero tampoco menos.