En la primera mitad del año, los agricultores de Castilla y León consumieron 265.000 toneladas de gasóleo B. Esto es casi un 20% menos que en 2022. 58.000 toneladas menos que el mismo periodo del año pasado.
Este descenso se debe sobre todo a su precio. Repostar la maquinaria es otro coste más que se suma a los que llevan meses arrastrando. Y eso está modificando la manera de cultivar en nuestra comunidad, porque además de cambiar los cultivos y apostar por otros que conlleven menos tiempo de trabajo con tractor o requieran menos fertilizantes, también se está cambiando la operativa para ahorrar gastos.
En la pasada campaña se cultivó un 20% menos de cereal, y esto sucede porque los agricultores están apostando por otros cultivos como el girasol. En el último año, ha aumentado su siembra de girasol más de 50%.
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