La única visión para Amaya Alonso son los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La ganadora de la medalla de plata en 400 metros libres, donde batió el record español, y de bronce en los 200 estilos con 2.34 sueña con competir y bracear al lado de las mejores. Entre entrenamientos y estudios la nadadora vallisoletana se prepara a conciencia.
Nueve horas durante 7 días a la semana, sin olvidar sus estudios universitarios, pero “todos los esfuerzos merecen la pena por vivir la experiencia de vivir durante un mes en la villa olimpica”. Además reconoce que “visitaré también la ciudad porque después de lo deportivo, por que también nos merecemos hacer un poco de turismo”.
Cada vez los entrenamientos son más exigentes, pero ella tiene toda la confianza de que con esfuerzo y dedicación podrá estar al nivel adecuado para intentar subirse el podio. “Mi objetivo, pese a lo complicado que se ha puesto todo es rascar alguna medalla. En Pekín pague la novatada pero en estos cuatro he mejorado mucho y sobre todo mentalmente para poder ser mejor nadadora”, confirma la vallisoletana.
La nadadora consiguió tres diplomas paralímpicos en los Juegos de Pekín. Fue octava en los 200 metros estilos, sexta en los 100 mariposa y octava en los 100 metros libres. Y es que la natación española esta a un gran nivel.
La deficiencia visual no es ningún obstáculo para que la deportista paralímpica se traiga colgadas las medallas que son las que reconocen el esfuerzo por su la pasión: la natación.