Hace dos años que Marcial dejó de jugar al rugby. Un deporte que le ha enseñado una filosofía de vida. Y esa filosofía es la que ahora este emprendedor vallisoletano ha utilizado para abrir su propio negocio, una tienda de dulces artesanos.
Desde el escaparate de su tienda, en la misma Plaza Mayor de Valladolid, Marcial elabora las almendras garrapiñadas. Y lo que hace no pasa desapercibido a los viandantes. Ya no séra necesario que sean ferias para poder degustar estos frutos secos caramerilizados.
Para elaborar las almendras, pipas o anacardos garrapiñados utiliza una receta de sus bisabuelos y una materia prima de calidad. Marcial ha conseguido así continuar con la tradición familiar.
Familiares y amigos no han dudado en echarle una mano a la hora de acondicionar el local. Este emprendedor sabe ahora lo que es gestionar un pequeño negocio al margen de la atención al público.
Golosinas, chocolate o regalices artesanos completan una gama de productos que "Caramelizarte" prepara con mimo para detalles de comunión y bautizos o incluso Candybar.
Ilusión no falta en este pequeño y dulce negocio de Valladolid que arrancó bajo los valores del rugby y que tiene como reclamo lo auténticamente artesanal.