Desde el mes de enero, cada uno a su ritmo, los hospitales de Castilla y León han empezado a establecer el nuevo sistema de priorización para los pacientes que deben ser intervenidos quirúrgicamente.
Es el médico el que decide si su paciente está en Prioridad 1 (el tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a 30 días), Prioridad 2 (para aquellos cuya situación clínica o socia admite una demora relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días) y Prioridad 3 (para pacientes cuya patología permite la demora del tratamiento, ya que aquella no produce seucelas importantes). Evidentemente los casos urgentes están excluidos de este sistema.
Esos plazos son los que se ha propuesto la consejería de Sanidad. En la realidad la espera media para los pacientes de Prioridad 1 ha sido, durante el primer trimestre de 2014, de 22 días. Los de Prioridad 2 han esperado 70 días y los de Prioridad 3 han tenido una espera media de 97 días.
En término generales, sin tener en cuenta los niveles de prioridad, el número de pacientes en lista de espera ha aumentado en un 10% (31.459 pacientes en total) durante estos tres primeros meses de 2014. Suele ocurrir siempre durante esta época del año porque es cuando los profesionales sanitarios terminan de disfrutar sus vacaciones y días libres. Sin embargo, la demora media ha pasado de 84 días a finales de 2013 a 83, precisamente gracias al sistema de priorización.
El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, ha insistido en que, la prioridad son los casos graves y esos 30 días de máximo de tiempo de espera, cifra que se ha cumplido en casi el 92% de los casos.
Es el médico el que decide en qué nivel de prioridad establece a sus pacientes. A los pacientes, de momento, no se les informa de en qué nivel están.