La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha pedido este lunes que la Unión Europea mejore los sistemas de alerta sanitaria que existen y fortalezcan los métodos de investigación para evitar en el futuro nuevas crisis como la provocada por la bacteria 'E.coli', al tiempo que ha defendido los controles que se realizan en España para pedir a los ciudadanos "tranquilidad" en el consumo de cualquier producto hortofrutícola comercializado en España, incluida la soja.
A su llegada a una reunión de ministros europeos de Sanidad en Luxemburgo, Pajín ha explicado a la prensa que trasladará a sus colegas de la UE su "preocupación" porque sigue sin haber ninguna confirmación "oficial" del origen de la intoxicación, pese a las últimas informaciones difundidas que apuntan a una explotación alemana de soja.
Entre las mejoras que la ministra española defenderá como necesarias en el plano europeo figura "fortalecer y mejorar" los sistemas de alarma alimentarios, desde los mecanismos que "oficializan" dichos sistemas hasta hacer "más rápidos" los canales de información oficial, "sin que vaya en detrimento de las pruebas".
También es importante en opinión de España que se unifiquen los criterios de las pruebas de investigación que se llevan a cabo en los Estados miembros y que "se fortalezcan las obligaciones de los Estados miembros a contestar a los requerimientos de otros países".
La ministra ha recalcado, además, la conveniencia de "implicar más y mejor" a organismos como la agencia europea de seguridad alimentaria y el centro de control de enfermedades en las primeras fases de investigación de crisis como la actual.
TRANQUILIDAD PARA EL CONSUMIDOR
Además de reforzar los sistemas europeos, la ministra española dejará claro en la reunión el "rechazo" de España al modo en que las autoridades alemanas han gestionado desde el inicio su respuesta a la contaminación que ha dejado al menos una veintena de fallecidos en el norte de Europa, sobre todo en Alemania.
Berlín achacó inicialmente la fuente de la intoxicación mortal a unas partidas de pepinos procedentes de España, lo que hizo caer fuertemente las exportaciones del sector hortofrutícola español y que varios países cerraran de manera total o parcial sus mercados a los productos españoles. Rusia ha extendido su veto a todos los productos agrícolas de la UE.
"Queremos mostrar rechazo a cómo se ha gestionado esta crisis en todo momento, que ha tenido graves repercusiones para los intereses de nuestro país", ha dicho la ministra a los medios en Luxemburgo, que ha subrayado la intención de España de exigir a la UE "compensaciones" por los daños.
Al ser preguntada por si pedirá explicaciones a las autoridades alemanas, la ministra ha asegurado que "por supuesto" pedirá "claridad, información y razones" por la gestión alemana de la crisis y por la "tardanza" en localizar el origen de la contaminación. "A día de hoy no tenemos una información ni veraz, ni probada, ni oficial sobre dónde está el origen", se ha lamentado.
Con todo, Pajín ha mostrado su "satisfacción" por poder "garantizar con rotundidad" que los productos españoles se pueden consumir con total normalidad y cumplen todos los requisitos de seguridad alimentaria, "y que no hay ningún caso de infección de ningún ciudadano español en España".
Además, ha defendido la calidad de los controles que se realizan en España y ha asegurado que los consumidores españoles "pueden estar tranquilos" porque "en España se puede comer con toda tranquilidad".
La ministra respondía así a la pregunta de si recomendaría a los españoles el consumo de soja procedente de Alemania, pese a las últimas informaciones: "por supuesto. No vamos a cometer nosotros el mismo error que cometieron con nosotros. Hasta que no haya una investigación oficial no podemos saber cuál es el origen, pero España tiene los mecanismos adecuados que se activarían si tuvieran que hacerse desde el primer minuto".