Empleo

Soluciones creativas para cubrir 4.600 vacantes: el proyecto en Sanchonuño para encontrar electromecánicos

Empresa Familiar de Castilla y León ha puesto en marcha un proyecto para hacer cantera en puestos de difícil cobertura

Lidia Corral

Los datos de paro siguen conviviendo con vacantes de empleo que no se cubren. Tres de cada cuatro empresas no dan con el candidato que buscan. El número de empleos sin cubrir se ha duplicado en la última década. Al cierre de 2021 las vacantes en nuestro país superaron las 100.000. Castilla y León terminó el año con más de 4.600 puestos de trabajo disponibles. Y esto ocurre en muchas ocasiones porque la formación de nuestros jóvenes no se ajusta al mercado laboral. Empresa Familiar ya trabaja en un proyecto para dar soluciones. Sucede en empresas como estas en la zona de Sanchonuño, en Segovia. Participan en un proyecto piloto que ofrece FP específica en los perfiles profesionales que necesitan.

Granalu lleva 25 años construyendo en Sanchonuño semirremolques basculantes y pisos móviles que exporta por todo el mundo. Circulan por Corea, Israel, o Francia. Pero cuando tienen que ampliar plantilla llegan los problemas. Estar en el medio rural reduce sus candidatos, que en muchas ocasiones no tienen la formación que demandan: soldadores, electromecánicos, o de mantenimiento.

Y la situación se repite en el Grupo Alimentario Copese, a pocos kilómetros de allí, en Coca. Hay trabajo, pero no encuentran profesionales. En las escuelas de la zona se forman en mantenimiento de motores, pero no en industrial, que es lo que ellos requieren en este momento. Castilla y León necesita personal con FP de grado medio. Y para ajustar esa formación al mercado laboral surgió el proyecto 
Sanchonuño. Fundación Empresa Familiar de Castilla y León reunió a un grupo de empresas de la compañía para poner en común qué necesitaban y poner soluciones sobre la mesa. Con esa línea, formarán a 15 futuros electromecánicos, que realizarán prácticas en estas empresas. Una FP Dual al alcance de jóvenes de entre 16 y 30 años, que al terminar tendrán la capacitación para trabajar, pero también un trabajo en esas compañías. Porque desde el primer día tendrán un contrato.

Con esta experiencia quieren hacer algo similar en la Ribera del Duero y en Guijuelo. El objetivo es claro: crear una cantera que garantice su futuro.

 

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