ECONOMÍA

Las plantas de la Comunidad 'pueden ser líderes' dentro de Renault

    Para lograrlo 'tendrán que trabajar duro', asegura el Director de Fabricaciones del grupo Para José Vicente de los Mozos la competitividad sigue siendo la asignatura pendiente de Renault España

Rubén Hernández

Optimista y plenamente convencido de las oportunidades de futuro de las factorías de Renault en Castilla y León. De esta manera, el Director de Fabricaciones de las Plantas de Vehículos del Grupo Renault en el mundo, José Vicente de los Mozos, se ha presentado a los medios de Castilla y León por primera vez desde su llegada al cargo el pasado otoño.

Brasileño de nacimiento, pero vallisoletano de adopción, de los Mozos ha calificado como muy importante su presencia en los órganos de dirección de la empresa ya que de esta forma las plantas españolas "pueden competir con las del resto del mundo en igualdad de condiciones". No obstante, ha asegurado, esto siempre ha sido así.

El Director de Fabricaciones del Grupo Renault ha destacado como bueno el momento actual de las factorías de Valladolid y Palencia, aunque ha insistido, tienen posibilidades de "ser líderes dentro del grupo" aunque para ello será necesario seguir "trabajando duro".

Entre los principales retos que se plantea, aumentar la competitividad es uno de los más importantes. Para de los Mozos es la asignatura pendiente en Renault España y en ello habrá que seguir insistiendo, pero siempre sin olvidar que no sólo la calidad es imprescindible sino también la motivación de los trabajadores de la firma.

En el encuentro mantenido con los medios de comunicacíón, el dirigente de Renault se ha mostrado convencido del éxito del coche eléctrico (aunque necesitará ayudas gubernamentales) . Junto a él, la factoría vallisoletana producirá un nuevo modelo convencional para el que ha solicitado "discrección para no dar pistas a la competencia".

Entre los muchos temas tratados, de los Mozos ha asegurado que las plantas de la región no tienen que tener miedo a la que se montará en Tánger, además de defender la movilidad de los directivos, algo que en los mandos españoles constituye actualmente "uno de sus puntos debiles".