Además de hacer mella en los bolsillos, la crisis detiene el crecimiento de las familias españolas. Según el INE durante 2009 nacieron 492.391 bebés, un cinco por ciento menos que en 2008, cuando vieron la luz más de 518.000 nuevos españoles en las salas de maternidad. Se trata del primer descenso de la tasa de natalidad en la última década que afecta hasta uno de los colectivos más fecundos de lo que llevamos de siglo. Los nacimientos de madre extranjera también cayeron un seis por ciento.
La mortalidad descendió un 0.7 por ciento, pero con el frenazo de la natalidad, el crecimiento vegetativo del conjunto del país se redujo un dieciocho por ciento.
Con menos dinero, también hay menos parejas se dan formalmente el sí quiero. El año pasado se celebraron 175.952 matrimonios, casi un once por ciento menos que el año anterior, en el que se oficiaron más de 195.280 bodas tanto civiles como religiosas.
Baja la población de Castilla Y León
Por otra parte, en 2009, la población de Castilla y León menguó en más de 6.000 habitantes. El año pasado fallecieron 26.788 personas en nuestra comunidad, una pérdida demográfica que no se contrarrestó con los nacimientos de 20.476 castellanos y leoneses.