SEQUÍA

La falta de lluvia empieza a hacer mella en los embalses de Castilla y León

Siete sistemas de la cuenca del Duero están en situación de sequía prolongada: son el Tera, Órbigo, Esla, Carrión, Pisuerga, Arlanza y Tormes

Lidia Corral

La falta de lluvia empieza a hacer mella. Nuestros embalses empiezan a resentirse tras unas semanas muy secas. Siete sistemas de la Confederación Hidrográfica del Duero se encuentran en situación de sequía prolongada. También llamada sequía meteorológica, y que reduce considerablemente los caudales de los ríos. Principalmente afecta a la zona norte de la Comunidad. 

Son el Tera, en Zamora, y el Esla y Órbigo en León. Allí están a un tercio de su capacidad, cuando hace un año superaban el 44 por ciento. Son 100 hectómetros cúbicos menos. En Palencia preocupan los sistemas Carrión y Pisuerga. Mientras el primero roza el 16 por ciento, el segundo ha menguado a la mitad. 

En Salamanca, el sistema Tormes está 100 hectómetros por debajo de los que registraba en 2020. Está al 50 por ciento de su capacidad, cuando hace un año alcanzaba casi el 70 por ciento. Y por último el Arlanza, en Burgos, que aunque está en cifras parecidas al último otoño, su volumen embalsado está a la mitad.

Las reservas están garantizadas, aunque desde la Confederación recuerdan la importancia de seguir de cerca los informes, en especial en un momento en el que se está planificando la próxima campaña agrícola. El consejero de Agricultura y Ganadería, Jesús Julio Carnero, ha pedido prudencia y esperar a las previsiones meteorológicas. De momento asegura que estarán alerta ante la evolución.

Hoy la cuenca está 14 puntos por debajo que hace un año. Frente al 54,6 por ciento del pasado octubre, este martes se sitúa en el 39,3 por ciento.