A las tres y cinco de la tarde los 50 mineros han abandonado la mina entre aplausos y gritos de apoyo, portando velas y cantando el himno a Santa Bárbara con el apoyo de todas las personas que esperaban su salida, entre ellos los mineros que han protagonizado la primera marcha negra y las personas que les habían acompañado hoy en Palencia.
Pablo Blanco, en nombre de los mineros de la marcha, ha anunciado en la boca mina que había llegado el momento de salir, justo cuando se conocía la aprobación del Real Decreto del Carbón en Bruselas.
Tras agradecer la colaboración de empresas, ayuntamientos y particulares ha manifestado que "hay que mirar más allá y seguir luchando para que el futuro del carbón se prorrogue mas allá de 2014".
A la entrada del pozo se han agolpado las mujeres y los niños, esperando a que los mineros recorrieran andando los casi dos kilómetros que hay entre el interior de la mina y el exterior.
Los más pequeños, los hijos de los encerrados no han podido soportar la espera y han bajado en busca de sus padres.
Pancartas que rezaban "vivan los héroes del pozo" o "papá valiente tu familia te quiere", la multitud congregada en la boca de la mina ha recibido a los mineros con aplausos y gritos de alegría fundiéndose en besos y abrazos a la entrada de la mina.
Eleuterio Harto, en nombre de todos los encerrados, ha mostrado su satisfacción porque después de 28 días encerrados "hemos cumplido nuestro objetivo que era asegurar y garantizar nuestro puesto de trabajo y el de otros muchos que dependen de nosotros en la comarca".
Ha agradecido el apoyo de todas las personas que han participado en las movilizaciones, de los compañeros que han realizado la marcha minera a Palencia y de los compañeros de otras cuencas mineras movilizados en defensa del carbón y ha asegurado que "entre todos lo hemos conseguido".
Ha terminado el comunicado dando las gracias a todos y especialmente a las mujeres que tanto han sufrido mientras ellos permanecían encerrados.
Finalmente han colocado velas ante la hornacina de Santa Bárbara antes de regresar a sus hogares.