La escalada de los precios continúa siendo una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos. En el tema de la cesta de la compra se acentúa todavía más. En Europa está sucediendo un tanto de lo mismo y algunos países, como Francia, avanzan en el acuerdo con las grandes superficies para sacar al mercado una cesta anti inflación.

El Gobierno ha llegado a un acuerdo con los grupos de distribución del país para crear una cesta de productos "antiinflación", la cual podrá ser configurada libremente.De esta forma, el Ejecutivo atiende las reivindicaciones de estas empresas, que rechazaban que se les impusiera una cesta de productos básicos a precio fijo, y, a cambio, las compañías han aceptado reducir sus márgenes en "varios centenares de millones de euros" mediante la creación de un listado de productos básicos que tendrán "el precio más bajo posible". El objetivo es combatir el alza del precio de los alimentos, que fue del 14,5% el pasado febrero en Francia.

Cada firma tendrá autonomía para definir su propia lista y fijar sus precios, cuyos bienes llevarán una etiqueta común con los colores de la bandera francesa y el texto "trimestre anti inflación".

El caso de Castilla y León

Pero los supermercados de Castilla y León no terminan de verlo. Consideran que en España ya hay mecanismos para contener los precios, y que la Ley de la Cadena aquí es más rígida que en Francia, en la que cada eslabón tiene que garantizar los costes del anterior. Y temen que este tipo de medidas acabe influyendo en la calidad del producto, como ocurrió con una propuesta que hizo el Gobierno de Sarkozy. Además, ven la medida discriminatoria porque no llegaría al pequeño comercio ni beneficiaría a los consumidores que no tienen acceso a grandes superficies, que son las que sí lo aplicarían.

Desde la Junta aseguran que las medidas deben ir vía impuestos.

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