Los miembros del jurado popular declararon culpable, por unanimidad, a Pedro Jiménez del doble asesinato de Silvia Nogaledo y María Aurora, dos agentes leonesas en prácticas de la Policía Nacional en L'Hospitalet (Barcelona) en 2004. El veredicto considera probado que Jiménez entró por la fuerza en su domicilio, las ató, violó a Nogaledo, las apuñaló, robó parte de sus pertenencias y prendió fuego al piso.
Ahora, el caso queda visto para sentencia. Así, la Fiscalía pide para Jiménez 105 años y seis meses de prisión, igual que la acusación particular que además solicita 300.000 euros para los padres de las víctimas, 200.000 para los hermanos y 60.000 euros para sus parejas sentimentales.
Los miembros del jurado consideran probado que el 5 de octubre de 2004, Jiménez, a las 8.00 horas, consiguió entrar en la finca de las dos víctimas, donde cogió el ascensor junto con Silvia Nogaledo. Le mostró una navaja, la obligó a ir a su domicilio, que compartía con María Aurora.
Jiménez redujo por la fuerza a las dos agentes y las amordazó para evitar que alarmaran a los vecinos. Entonces se dirigió al dormitorio de Nogaledo y la violó, para después apuñalarla.
A continuación, entró en el dormitorio de Aurora y también la apuñaló. Según considera probado el jurado, una vez estaba muerta, rasgó sus pantalones y su ropa interior y la penetró con un consolador. El jurado cree también que la conducta de Jiménez fue de una violencia exacerbada.
La Fiscalía pide 105 años y seis meses de prisión para Jiménez y recomienda que cumpla la condena máxima, es decir, 40 años. El asesino, además, no podrá establecerse en la misma localidad de los familiares de las víctimas, ni acercarse a menos de 1.000 metros, ni tampoco ponerse en contacto con éstos.