Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha mostrado que el pez cebra puede servir como organismo modelo para investigar patógenos y enfermedades como el ébola o el dengue y, en definitiva, los mecanismos de infección de los virus hemorrágicos.
El estudio, que se publica en la revista 'Journal of Virology', recuerda que hasta ahora la falta de un organismo modelo para el estudio de la infección 'en vivo' ha limitado la investigación de la patogénesis viral, y por tanto el conocimiento de la enfermedad.
"La mayoría de las investigaciones sobre las interacciones entre el virus y las células del hospedador se han efectuado en líneas celulares que no se corresponden con la realidad de la infección natural que tiene lugar en el organismo completo", explican los investigadores del CSIC, Beatriz Novoa y Antonio Figueras, del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, que han liderado el estudio.
"Conocer el papel relativo del agente viral y la respuesta del hospedador a la infección durante la patogénesis es crucial para encontrar posibles dianas terapéuticas", añaden los investigadores, quienes han desarrollado este trabajo en el marco de Fishfor Pharma, un proyecto europeo que intenta fomentar el uso de este modelo animal en estudios biomédicos.
El estudio demuestra el potencial del pez cebra ('Danio rerio'), cada vez más empleados en el campo de la biomedicina, como organismo modelo para llevar a cabo investigaciones relativas a patógenos y enfermedades.
"Los investigadores han podido analizar cómo el virus genera una respuesta inflamatoria en los peces desde los primeros momentos; y gracias a la transparencia de estos peces se ha podido ver por primera vez procesos de gran importancia durante la respuesta inmune a nivel celular", añaden Novoa y Figueras.
"La posible aplicación de las técnicas empleadas en esta investigación a otros patógenos, brindará la posibilidad de mejorar el conocimiento que actualmente tenemos de algunas enfermedades producidas por virus hemorrágicos humanos e incrementar las posibilidades de encontrar nuevas dianas terapéuticas", concluyen los investigadores.