Álvaro Elua / rtvcyl
La huelga general está a la vuelta de la esquina. Y eso va a costar una precio, tanto para el trabajador que la secunde como para el empresario. Para hacernos una idea en la última, la del 20 de junio de 2002, el gobierno de José María Aznar cifró en 250 millones de euros el coste económico que tuvo para España.
Ir a la huelga es un derecho de cualquier trabajador y así lo recoge el artículo 28 de la constitución. Pero secundar el paro no sale gratis ni al trabajador ni a las arcas del estado.
Si no se trabaja no se produce. Y el producto interior bruto de un país se resiente. Los expertos han hecho cuentas. En caso de que la huelga general fuera un éxito, España perdería ese día un 0,7% del PIB, es decir, 4.700 millones de euros. Un elevado coste que soporta en gran medida el empresario.
En otro plano, el del trabajador, no acudir el 29 de septiembre a su puesto de trabajo quedará reflejado en la nómina. Un día menos de trabajo supone un día menos de sueldo. Y esta que varía dependiendo lógicamente del salario. A un profesor hacer huelga le costará 62. euros, a un médico 99 y a un dependiente 47 euros.
Esa jornada también sería de perdida en el cómputo de cotizaciones. Las arcas públicas dejarían de ingresar cerca de 386 millones de euros.