La Comisión Europea ha planteado una propuesta de reforma de la Ley de Bienestar Animal que afectaría al transporte de animales vivos. No se podría desplazarlos con temperaturas superiores a los 30 grados, lo que les obligaría en los meses de verano a trabajar por la noche. Si el mercurio marca bajo cero, los camiones deberían ir completamente cerrados.

Otros cambios implican la cantidad de animales a desplazar. Se plantea ampliar el espacio por animal a casi el doble, y al poder transportar menos animales el coste para el ganadero subiría y por extensión al consumidor final.

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