ÁVILA

Una historia de amor oculta en un pasadizo bajo la Catedral de Ávila

  • Podría comunicar con el torreón del siglo XV del Palacio de los Velada
  • El pasadizo fue construido en el siglo XII

Ical

Una vieja leyenda de Ávila cuenta que dos enamorados, Jimeno y Madrona, cuyas familias estaban enemistadas y prohibían su noviazgo, utilizaron un pasadizo que comunicaba sus pozos para poder verse y amarse en secreto. Este pasadizo ha salido a la luz casi nueve siglos después, de forma fortuita, en los trabajos de limpieza de uno de los pozos de la Catedral abulense, y parece materializar la antigua leyenda.

Así lo sostiene el administrador de la Catedral, Vicente Aparicio, quien considera que este pasadizo construido en el siglo XII, de 0,55 metros de alto y 0,65 metros de ancho y que parte de un pozo ubicado en la nave norte, junto al trascoro, puede estar conectado con el torreón del Palacio de los Velada, construido en el siglo XV, antes que el propio palacio, del siglo XVI, reconvertido en hotel.

Y pudo facilitar los amores entre Jimeno, sirviente de la Catedral, y Madrona, doncella del torreón, cuyas familias estuvieron enemistadas. De hecho, su historia, según la leyenda, termina de forma trágica, ya que la familia de él, al darse cuenta del romance y conocer los encuentros de los amantes, recorrieron la galería para acabar con la vida de Madrona. Así acaba la historia de los pozos comunicantes.

Descubrimiento

Vicente Aparicio detalla cómo se descubrió el pasadizo en medio de los trabajos de restauración y obras de mantenimiento que se están llevando a cabo en distintos puntos de la Catedral. En uno de los seis pozos del templo, el ubicado junto a la puerta norte o puerta de los Apóstoles –que hasta 1927 tuvo brocal-, se realizó el vaciado del agua para su limpieza y consolidación.

De su interior se sacaron cinco cántaros de barro, de la segunda mitad del siglo XIX, así como un cubo de zinc y varias monedas. Cuando un especialista se introdujo por el brocal del pozo hasta su interior, descubrió un "agujero" de poco más de medio metro de ancho y 65 centímetros de ancho, con suelo de losas, paredes de sillares de granito y bóveda adintelada, muy similar al descubierto el pasado mes de febrero, que comunica, al parecer, la Catedral y el Episcopio –único edificio del románico civil que conserva la ciudad-.

Este nuevo pasadizo, que parece ser un desagüe, podría comunicar por su dirección –de norte a oeste- con el torreón del siglo XV que ahora está adosado al Palacio de los Velada, y que alberga actualmente el restaurante 'El Torreón'. En este lugar hay, justamente, otro pozo similar al de la seo.

Las primeras investigaciones, señala el administrador catedralicio, indican que el pasadizo pudo construirse en el siglo XII, y que efectivamente puede comunicar el torreón y la Catedral, pero es sólo una hipótesis, ya que sólo se han explorado unos tres metros de pasadizo. Y no se conoce con certeza dónde finaliza.

La sorpresa de su hallazgo ha sido mayúscula, asegura Vicente Aparicio, quien confía en que la Catedral siga mostrando sus secretos con estos trabajos de restauración.

La leyenda de la laguna

Una vieja leyenda que circula por la ciudad de Ávila defiende que la Catedral de Ávila fue construida sobre una laguna. Por el momento, sólo se ha podido probar la existencia de aljibes en la seo, un hecho lógico, por otra parte, ya que la Catedral forma parte de la estructura defensiva militar de la ciudad, como prueba su cimorro y el hecho de que esté adosada a la Muralla, de modo que debía contar con depósitos de agua para abastecerse durante un posible asedio.

Vicente Aparicio apunta que la zona donde se asienta la Catedral posee un "elevado nivel freático" y existe agua subterránea a 4,5 metros de profundidad. Y el interior del templo tiene nada menos que seis pozos de los que mana agua.

De hecho, en 2005, se hicieron unas obras en la cripta de la capilla del Sagrado Corazón para instalar unas bombas que permitieran eliminar el agua de su interior, que alcanzaba el metro de altura.

El pozo en el que se ha descubierto el nuevo pasadizo está construido con sillares de granito gris. En su nivel inferior, se observa cómo mana el agua entre las rocas de su sustrato; de ahí la leyenda de la laguna, aunque ha sido en los trabajos de limpieza que ahora se han estado realizando cuando ha surgido la sorpresa.