La exposición al amianto está directamente relacionada con el cáncer. Sin embargo, esta enfermedad puede tardar en manifestarse entre 20 y 50 años, lo que significa que no le damos la importancia que tiene.

Desde principios del siglo XXI está prohibida su utilización pero aún quedan muchos edificios y utensilios o productos que utilizamos a diario y que contienen este material tóxico. Hablamos de tejados de uralita, paredes y tuberías de fibrocemento, enchufes de pared, ropa ignífuga, o cualquier otro aparato relacionado con el calor que necesite el amianto como protector.

Si usted sospecha que en su casa puede tener algún material fabricado con amianto es aconsejable que su retirada la lleve a cabo un experto porque "a medida que se deteriora la calidad de ese material" nos explica Javier Gutiérrez, "las fibras de amianto que lo componen se liberan, se respiran y se hacen ciertamente peligrosas".

Ecologistas en Acción ha publicado una guía para informar sobre los riestos de este tóxico ambiental, identificar su presencia y protegerse.

Para más información:

http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf/guia_amianto.pdf