El dirigente libio, Muamar Gadafi, ha dejado claro este martes que no dimitirá de su cargo, que no abandonará el país y que luchará hasta la "última gota de sangre" y morirá como un "mártir" frente a los manifestantes que reclaman su dimisión y a los que ha acusado de querer convertir el país en un estado islámico.
"Yo voy a abandonar esta tierra, moriré aquí como un mártir", ha señalado en un tono desafiante que ha mantenido a lo largo de todo su discurso, pronunciado desde uno de los edificios bombardeados por Estados Unidos en 1986 y difundido por la televisión estatal y que los partidarios del régimen han podido seguir en directo en la plaza Verde de la capital.
"Muamar Gadafi no es el presidente, es el líder de la revolución, no tiene nada que perder", ha subrayado, incidiendo en que "la revolución significa sacrificio hasta el final de tu vida".
Así pues, ha afirmado, "lucharé hasta la última gota de sangre con el pueblo detrás de mí" puesto que, ha aseverado, "Muamar Gadafi no es una persona normal a la que se pueda envenenar (...) o contra la que se pueda llevar a cabo una revolución".
En este sentido, ha asegurado que el país no se rendirá. "Hemos resistido" tanto a Estados Unidos como a Reino Unido "en el pasado" así que "no nos rendiremos", y ha preguntado a Washington si su interés es "ocupar Libia como Afganistán e Irak".
Por otra parte, Gadafi ha dicho que por el momento no ha recurrido al uso de la fuerza pero lo hará si es necesario. "Ni siquiera he comenzado a dar órdenes de usar balas", ha señalado, asegurando que "si necesitamos emplear la fuerza, la usaremos" y habrá una "lucha calle por calle hasta que el suelo libio sea recuperado". No obstante, ha aclarado que se hará un uso de la fuerza acorde con la legislación libia y el derecho internacional.
Los manifestantes son "ratas"
Gadafi, en el poder desde hace 41 años, ha acusado a los manifestantes de ser "ratas y mercenarios" y de consumir "drogas alucinógenas". Asimismo, recurriendo a artículos de la Constitución libia, les ha advertido de que serán condenados a muerte por su actuación. "Todos los delitos que han cometido son punibles con la ejecución", ha resaltado.
Según él, estos "traidores y cobardes" quieren "humillar" a Libia y convertir el país en un estado islámico, "un nuevo Afganistán", emulando lo que ha ocurrido recientemente en países como Egipto y Túnez, donde levantamientos populares han acabado con la dimisión de sus presidentes, Hosni Mubarak y Zine al Abidine Ben Alí.
En este sentido, les ha pedido que no destruyan "el país sin ningún motivo" puesto que en Libia, según él, "vivimos en paz, seguridad y estabilidad", gracias en buena medida al petróleo y el gas del país.
Así las cosas, ha invitado a aquellos ciudadanos que le apoyan a echarse masivamente a las calles a partir del miércoles y a perseguir a los manifestantes. "A partir de mañana, familias, coged a vuestros hijos, dejad vuestros hogares, todos aquellos que queréis a Muamar Gadafi, salid a las calles, asegurar las calles, no les temáis", ha solicitado.
"Perseguidles, detenedles, entregadles a las fuerzas de seguridad", ha pedido a sus partidarios, insistiendo en que se trata sólo de "unos pocos" que son "unos terroristas". En todo caso, tras hora y cuarto de discurso, ha prometido que "limpiará Libia casa por casa" si los manifestantes no se rinden.