El jefe del Gabinete japonés, Yukio Edano, ha descartado que vayan a producirse cambios en la respuesta a la crisis nuclear desatada en la central de Fukushima-1. El portavoz comentó que, si bien el Gobierno ha equiparado el nivel de gravedad del accidente al ocurrido en Chernobil, ello no significa que la situación esté empeorando.
Esta modificación no se debe a una nueva alarma, sino que se basa en los últimos análisis de los datos. Así lo ha manifestado en la primera rueda de prensa convocada para los medios internacionales desde el terremoto y el tsunami del 11 de marzo.
Ahora el nivel de gravedad se sitúa en siete --el máximo en la escala internacional-- frente al cinco fijado hasta el martes a primera hora. La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) evita las comparaciones entre Fukushima-1 y Chernobil, puesto que la equiparación se debe a la suma de la radiación emitida por los tres reactores de la planta nipona como un único incidente. En el caso de Chernobil fue solo un reactor, el número cuatro, el responsable de toda la radiación.
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa (NISA, por sus siglas en inglés) y la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón calculan que la radiación acumulada en Fukushima-1 es de entre 370.000 y 630.000 terabecquerelios. La media de esas dos cifras, 500.000 terabecquerelios, representa casi el 10 por ciento de la radiación total emitida en Chernobil, según estos dos organismos.