Lo hemos visto en las protestas de los agricultores. El glifosato se ha convertido en el protagonista de las pancartas. Un herbicida que es de los más efectivos contra las malas hierbas. Pero la Unión Europea lo quiere prohibir completamente en el año 2022. Según la Organización Mundial de la Salud es posiblemente cancerigeno para el ser humano.
Los agricultores dicen que sin glifosato se abre la puerta a las plagas. Aunque no es el único producto que se va a prohibir en el cultivo de la remolacha, se va a retirar un insecticida para el control de la pulguilla.
Tampoco pueden utilizar productos fitosanitarios en los terrenos destinados al Greening, o al llamado Pago Verde de la PAC.
Se quejan de que las las restricciones no son iguales en todos los países europeos. Por eso continuarán con las movilizaciones hasta que consigan soluciones para los problemas del sector.