Una vez cortada y frita la patata y tras haber pasado los controles de calidad pertinentes, le llega el turno al último paso, que es el de otorgar un sabor característico al producto. En este caso, a las Lay's 'al punto de sal', les corresponde el sazonado adecuado y una vez aplicado, no es menos importante su envasado. Una serie de cuestiones garantizan que el producto mantenga un frescor y la textura esperables hasta llegar al cliente final.