Suele decirse que los jugadores importantes son aquellos que aparecen cuando más los necesitan sus equipos y, en el caso del Quesos Cerrato Palencia, esta máxima se cumplió a rajatabla en una noche en la que los palentinos se jugaban un premio tan importante como resulta el pase a una final. De este modo, Dani Rodríguez, Marc Blanch y Urko Otegui asumieron el peso anotador de un equipo del que anotaron sus 9 primeros puntos metiendo por primera vez el miedo en el cuerpo a un Unión Financiera Oviedo al que los nervios le jugó una mala pasada de inicio (9-5). Con Romà Bas elevando el nivel de excelencia desde el perímetro con un nuevo triple, los palentinos obligaron a su rival a tirar de la veteranía de un Edu Hernández-Sonseca que impulsaba a su equipo desde la pintura para tratar de aguantar el ritmo impuesto por un Quesos Cerratro Palencia que, para entonces, se encontraba ya en velocidad de crucero (29-21). No mejoraron las cosas al comienzo del segundo acto para el equipo asturiano ya que el 4-0 inicial de los de Sergio García disparó a los castellanos por encima de la decena de tantos anotados creando una brecha que comenzaba a ser importante en un electrónico en el que Carles Marco paró su tiempo a la búsqueda de una reacción en su equipo (38-25). Pareció entender el mensaje el capitán Víctor Pérez con cinco puntos prácticamente consecutivos pero la segunda unidad palentina explosionó de la mano de un Gabas Maldunas sumamente acertado para acercar a los suyos al triunfo ya al descanso (54-39).
Volvía a sumar un parcial de 5-0 de salida un Quesos Cerrato Palencia para el que el tiempo parecía no haberse detenido con la reanudación de un encuentro en el que el Unión Financiera Oviedo no terminaba de sentirse cómodo. De este modo, el equipo castellano siguió incrementando sus rentas hasta rozar la excelencia mediado un tercer cuarto en el que un 2+1 de Marc Blanch elevó la renta hasta los 22 tantos (65-43). A partir de ese momento, los visitantes comenzaron una auténtica lucha contra el reloj con la que intentar reducir paulatinamente una desventaja que se situó en los 17 puntos al comienzo del último cuarto (71-54). La presión ejercida por la afición palentino no ayudó a los ovetenses en su objetivo y el prtido terminó por complicarse a lo largo de un último cuarto en el que la experiencia del siempre resolutivo Urko Otegui terminó por hacer el resto certificando el ansiado pase palentino a la gran final (86-71 / 3-1).