Ocho años después se repite la escena en una de las zonas más tensas del mundo. Son carros de comabate israelíes atravesando la frontera de la Franja de Gaza esta madrugada. A los tanques les seguían miles de soldados de infantería con lo que Tel Aviv cumplía finalmente su amenaza.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha lanzado una operación terrestre a gran escala para destruir los túneles de entrada a Israel , lanzaderas de cohetes y otras instalaciones de los islamistas de Hamás. Esta incursión se ha iniciado tan sólo unas horas después de que ambas partes intentaran negociar sin éxito un alto el fuego este jueves y ya ha dejado las primeras víctimas mortales.

Las tropas hebreas han matado ya al menos una veintena de palestinos, 14 milicianos y el resto civiles, entre ellos un bebé de cinco meses en la localidad de Rafá por el impacto de un proyectil. Mientras, el ejército judío sólo ha sufrido la baja de un soldado, y se cree que por fuego amigo.

Esta operación terrestre es la continuación a diez días de intenso bombardeo sobre la Franja de Gaza. Entre las dos acciones militares ya han muerto más de 260 palestinos por los que Hamás clama venganza. Advierte a Israel que tendrá que sufrir unas consecuencias muy graves.