Los rebeldes libios acusan al régimen del mandatario, Muamar Gadafi, de reclutar a criminales para intimidar a la población de Zlitan, donde además se detiene a cualquiera sospechoso de ser un insurgente, según ha declarado un portavoz rebelde identificado como Mohamed.
"La han llenado con narcotraficantes, criminales y otros ladrones", ha dicho en referencia a esta ciudad costera, próxima a Trípoli. "Les han dado armas automáticas y granadas de mano para oprimir a los residentes de Zlitan. Además de las detenciones e intimidaciones, hemos oído noticias de violaciones", ha añadido. Mohamed ha llegado a relatar que un niño de 12 años fue agredido y violado por milicianos, quienes después le dejaron tirado en la calle.
No se dispone de una versión independiente que avale estas informaciones, pero libios de otras zonas del país han dado parte de lo que parece ser el reclutamiento de criminales y matones por parte de las fuerzas gubernamentales.
Joms, Garabulli y Zlitan son puntos estratégicos en el avance de los rebeldes hacia Trípoli, capital y principal bastión de Gadafi. Por esta razón Mohamed indica que, según la versión de testigos, las tropas del dictador parecen estar concentrándose en la zona.
Los milicianos desplegados en Zlitan han establecido puestos de control para coaccionar a los viandantes y conductores durante la noche y detener a todos aquellos que podrían estar en las filas de la insurgencia. Además, los rebeldes no pueden recibir armamento por mar desde Benghazi.
Pese a la presión sufrida, Mohamed afirma que los opositores están contraatacando para tratar de repetir el éxito logrado el mes pasado en la cercana Misrata.