- Ante el anuncio de cierre de la planta de la empresa en León, se trabajará para minimizar el impacto en la zona con alternativas industriales
- En el encuentro, la empresa ha manifestado su apuesta por convertir las plantas de Viveiro y Daimiel en referentes de producción para Europa
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha mantenido este lunes una reunión con representantes del fabricante danés de aerogeneradores Vestas, que ha anunciado el cierre de su factoría en Villadangos del Páramo (León). Al encuentro también ha acudido el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco, y el director general de Industria y Pequeña y Mediana Empresa, Galo Gutiérrez. El encuentro forma parte del proceso de reuniones que el Ejecutivo mantiene con la empresa desde que se conoció su decisión de abandonar la provincia leonesa.
Tras el encuentro de este lunes se abre una línea de negociación permanente y directa, al más alto nivel, para que en los próximos días se trabaje en la búsqueda de alternativas industriales para la comarca de Villadangos del Páramo (León). Vesta ha valorado el proceso de transición energética iniciado por el Ejecutivo y ha manifestado su compromiso de seguir invirtiendo en las plantas de Viveiro (Lugo) y Daimiel (Ciudad Real) para convertirlas en referentes de producción para Europa.
El Gobierno ha recordado que el sector de las renovables tiene perspectivas positivas en España. Antes de fin de año, el Ministerio para la Transición Ecológica tendrá listos el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. En ambos, se establece la senda para la transición hacia un sistema energético más limpio que vendrá acompañado por un rápido incremento de la generación mediante las renovables –entre ellas, la eólica- y el desarrollo de unas reglas del mercado previsibles y estables. Este cambio de rumbo, en cumplimiento con los acuerdos internacionales firmados por España en la lucha contra el cambio climático, contrasta con la política energética liderada por el anterior Gobierno, que no apostó por el desarrollo de energías renovables ni anticipó la necesaria transición hacia un nuevo modelo. Es en este anterior contexto en el que se enmarca la decisión del cierre de la planta de Vestas en León.