Túnez ha pedido a Arabia Saudí la extradición de Ben Alí. La revolución tunecina fue la mecha que encendió las revueltas populares de Egipto que se han extendido por Oriente Medio y el norte de África hasta alcanzar a Marruecos. Hasta catorce mil personas según la asociación marroquí de derechos humanos, han secundado la concentración convocada en Rabat y otras diez mil lo han hecho en Marrakech para pedir reformas políticas.
Una marea de hombres, mujeres y niños ha inundado las calles de Rabat. Ni la lluvia y ni el mal tiempo han acallado sus gritos pidiendo un cambio.
Las protestas que se han desarrollado sin incidentes, han sido convocadas por jóvenes estudiantes a través de facebook y secundadas por el movimiento 20 de febrero, que nació tras la revolución de Túnez.
Asociaciones de derechos humanos y la agrupación islamista ilegalizada Justicia y Caridad que tiene un gran poder de convocatoria entre las clases populares la han apoyado pero la mayoría de los partidos políticos la han rechazado.
Los régimenes de origen divino posiblemente consigan frenar más las revueltas. Pero en los países laicos la población quiere volver a tener el dominio que tuvo después de la independencia.