La violencia vicaria es violencia de género en la que se utiliza a los hijos para infligir daño a la madre, en ocasiones del modo más cruel y aterrador. Desde que esta violencia forma parte de las estadísticas, 63 niñas y niños han sido asesinados. Este año ha sido el peor, con 11 muertes. En Castilla y León hay un único caso de violencia vicaria en este tiempo, el de India. Ella y su madre, Paloma, fueron asesinadas por el novio de esta. Por eso, abogados como Luis Antonio insisten en que "se deben tomar todas medidas: privar de las visitas, establecer controles... Las que sean necesarias para evitar que esto suceda". La asociación Clara Campoamor ejerce la acusación popular en este caso y piden prisión permanente revisable para el acusado.
En el 2011, José Bretón se convirtió en el centro de todas las miradas tras la desaparición de sus dos hijos. Él mantuvo su inocencia hasta el último momento: "Un niño que le tiene miedo a su padre no viene corriendo", alegaba Bretón en los tribunales. Pero finalmente las pruebas demostraron que José asesinó a dos hijos, Ruth y José, como venganza contra su esposa por separarse. El caso conmocionó a la opinión pública: "Supuso un golpe muy fuerte en la sociedad. No tanto el propio hecho en sí, sino la frialdad", asegura Luis Antonio Calvo, abogado de la Asociación Clara Campoamor. El caso Bretón hizo visible entonces una expresión de violencia de género aún sin nombre, la violencia vicaria: "Es la expresión más cruel de la violencia hacia la mujer, para destruirla completamente, para machacarla de por vida", afirma la abogada Rosa Gil.
José Bretón cumplirá 25 de los 40 años a los que fue condenado. La reforma del Código Penal que implantó la prisión permanente revisable llegó después de su sentencia: "Para casos como el de José Bretón hubiera sido absolutamente fundamental", declara Gil.
Puedes estar informado de las principales noticias de Castilla y León en nuestros perfiles de Facebook y X