Chantel se convirtió hace unos meses en la mejor vaca frisona del planeta. Se alzó con el título en un campeonato internacional que se celebró en Galicia a finales de marzo y en el que compitió contra otros 45 animales similares. Su morfología, su forma de ser y, sobre todo, el cariño con el que habla de ella su dueño, han sido claves para alzarse con un reconocimiento muy especial.