La nueva norma de calidad del yogur ya no obliga a los fabricantes a señalar la fecha de caducidad, sino sólo a indicar una de consumo preferente. Sin embargo la mayoría han optado por no cambiar las cosas. Creen que ese día indica claramente hasta cuándo es seguro tomar ese producto. La industria cree que con estos nuevos requisitos no se va a conseguir que se desperdicien menos estos alimentos.
Sólo es necesario observar los lineales de los supermercados para comprobar que la fecha que aparece en los yogures siegue siendo la de caducidad, aunque ya no es obligatorio. Sin rastro, por el momento, de fecha de consumo preferente. Es la demostración de que la industria prefiere la fecha de caducidad.
En Valladolid hay una empresa, que se llama Gestión Sanitaria, que estos días ha visto como su trabajo ha aumentado en intensidad. Miguel Ángel Ferreras, el director veterinario de Gestión Sanitaria, explica que "cada operador tiene que valorar si su producto tienen más o menos días de caducidad o de fecha de conservación, con lo cual tenemos que hacer estudios de vida util, con lo cual tenemos que hacer más presión sobre el producto".
Las empresas pueden elegir entre las dos opciones. En el laboratorio de esta empresa analizan la vida útil de los productos lácteos, les dicen a productores con qué fecha deben vender sus productos.
La mayoría de los consumidores sabe que la fecha de caducidad es orientantiva. Que los yogures no se estropean. Ferreras añade que en los yogures "Una vez que es consumo preferente, tu has pasado la fecha de consumo, a partir de ahí podrá empezar a perder propiedades nutritivas pero en teoría podrá seguirse consumiendo, ¿hasta cuándo? Eso nadie lo puede determinar."
Por tanto, es responsabilidad del consumidor decidir si toma el yogur después de esa fecha. Apenas se conocen intoxicaciones por comer yogures caducados pero ese temor pesa en la industria.
Por ese motivo parece que pocos van a cambiar sus etiquetas. Sobre todo entre los pequeños productores. Es el caso de una quesería artesanal de Valladolid', en la que han optado por continuar indicando la fecha de caducidad. Lo explica Isabel Edesa, propietaria de 'Quesería Artesanal de Mucientes : "Nosotros lo vamos a mantener puesto que al ser un producto artesano consideramos que es la mejor vida que tiene nuestro producto. No nos va a beneficiar en nada ampliar esa fecha porque desde el punto de vista de la distribución todo va a quedar igual"