La zona cero de Nueva York albergará una mezquita que formará parte de un centro cultural islámico diseñado por la fundación Cordoba House.
9 años después de los atentados del 11- S comenzará la construcción del templo, a tan sólo dos manzanas de dónde se alzaban las torres gemelas. Tras meses de intensos debates el ayuntamiento ha dado el visto bueno y una antigua fábrica textil, que precisamente resultó dañada en los ataques, se convertirá en el nuevo centro cultural.
La última esperanza de los detractores estaba puesta en que el comité por la preservación de los monumentos históricos de la Gran Manzana fallara a favor de proteger el viejo edificio de la calle Park Place. Pero ha dado vía libre a la demolición y los trabajos comenzarán de forma inmediata.
Una iniciativa que ha reabierto las heridas de familiares de los fallecidos y de las víctimas de los atentados quienes la consideran un insulto a la memoria de los muertos. Para otros, es un proyecto de futuro. Una oportunidad para la reconciliación y la integración de los musulmanes.
El nuevo centro cultural islámico, que cuenta con un presupuesto de 75 millones de euros, ha levantado una gran polémica política y social y ha reabierto el debate sobre el estatus de los musulmanes, en la sociedad estadounidense.