Su presencia en alfombras rojas es cada vez más recurrente y las ventas a golpe de clic desde sus perfiles hacen que sean el medio perfecto para llegar a un público objetivo. "En cuanto las grandes marcas vieron que tenían ahí ese nicho de mercado fueron a por ello y evolucionó en lo que ahora conocemos" asegura el diseñador palentino José Martín. Los primeros "influencers" en el mundo de la moda fueron aristócratas, ya que eran los únicos que podían permitirse un armario más amplio. Poco a poco la sociedad avanzó y cantantes, modelos o actores se convirtieron también en un referente a la hora de vestir y, ahora, los influencers se han hecho su propio hueco a través de las pantallas. 

La burgalesa Susana Díez aprovechó su popularidad en redes sociales para desarrollar su propia marca, Díez&Díez: "Primero nací como creadora de contenido y luego me di cuenta, cuando ya tenía una comunidad bastante potente, que por qué no podía ser yo la que ofreciese ese producto que a mí me parecía que hacía falta". No es la única referente en Castilla y León. La periodista e influencer burgalesa Bea Jarrín califica estas herramientas digitales como un arma de doble filo: "es un sector del que desprende una pirámide económica donde entran en juego muchos factores. Donde tenemos mucho talento, pero solo vamos a hacer que ese talento trascienda si lo cuidamos". 

Para José Martín, diseñador palentino de alta costura, las redes sociales son una tarea pendiente, pero necesaria: "es muy difícil para una empresa pequeña dedicarte a eso porque tú tienes tu trabajo de costura, de patrón, de atención a la clienta. Yo ya estoy pensando en alguien que se pueda ocupar de ello".

El sector de la moda mueve más de 200 millones de euros anuales en Castilla y León y da empleo a cerca de 2.300 personas. 

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