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A punto de finalizar el plazo de alegaciones al Plan Hidrológico de la Confederación Hidrográfica del Duero, la pelea por las plantaciones de chopos continúa. La CHD ha levantado la mano eliminando la prohibición de plantar choperas en todo el Dominio Hidráulico Público. De no dejar plantar chopos en las zonas inundables a permitir choperas solo a partir de 30 metros del cauce de los ríos. "Desde el cauce de aguas altas nosotros proponemos 6 metros como franja de corredores naturales", reclama Adolfo Palacios, Alcalde de Saldaña, Palencia.
Las condiciones se suavizan pero no lo suficiente. En algunas zonas, esos 30 metros suponen eliminar tres cuartas partes de las choperas actuales. "Inicialmente, se perderían más de 2.000 hectáreas de plantación y ahora 1.500", expone Arturo de las Heras, propietario de choperas.
La madera de chopo es para muchos ayuntamientos y particulares una importante fuente de ingresos. El alcalde de Saldaña calcula que las pérdidas se traducirían en cerca de un millón de euros anuales para los ayuntamientos de la cuenca del Carrión.
Se calculan 23 millones de euros en pérdidas y 1.200 empleos en zonas ya de por sí muy despobladas. Dejar 30 metros libres de actividad daría además rienda suelta a la vegetación, más maleza sin limpiar. "Las riveras se van a mover más con las riadas porque el chopo siempre sujeta", defiende Luis Antonio Puebla, portavoz de la Plataforma Chopos Sí.
Sus defensores hablan además del impacto en el medio ambiente. Se perderá el almacenamiento de un millón y medio de toneladas de Co2, las que generan estos chopos equivalentes a las emisiones de una ciudd como Valladolid.