CORONAVIRUS

"Mi hija ha muerto trabajando como tantos otros que no se lo merecen"

La madre de Sara Bravo, la médico más joven fallecida por coronavirus, habla de su hija fallecida durante la primera ola. Tenía 28 años

15 meses después del inicio de la pandemia, muchos sanitarios siguen luchando contra el virus. Más de 100 en España y 8 en Castilla y León han perdido la vida en el camino. Entre ellas se encuentra Sara Bravo, una médico de origen zamorano que tenía 28 años y que falleció al principio de la primera ola.

Teresa López, su madre, destaca de ella que "era una niña trabajadora, familiar, muy buena persona". Y así la recuerdan también los profesores de la Facultad de Medicina de Valladolid donde se formó. Quienes la conocieron dicen de ella que era optimista, responsable y valiente.

La madre de Sara se cobija en Santa Cristina de la Polvorosa en Zamora. Desde allí recuerda a su hija cada día. Es consciente de que Sara se contagió cuando trabajaba en un centro de salud en Castilla la Mancha. "Mi hija ha muerto trabajando como tantos otros que no se lo merecen", añade. Por eso busca una responsabilidad y se plantea presentar una demanda.

En el mes de octubre, Teresa fue la encargada de recoger el Premio Princesa de Asturias a la Concordia concedido a todos los sanitarios que han trabajado en primera línea. Pero ni siquiera en el honor de ese homenaje encuentra consuelo. "Sí. Se lo han reconocido, pero ¿por qué? Porque ha muerto. Para mí como madre no me sirve, porque no está mi hija. Hace 15 meses que no la veo", añade.

Sara es la médico más joven del mundo fallecida por Coronavirus. Murió el 28 de marzo de 2020 a los 28 años.