La compañía biotecnológica mAbxience, especializada en el desarrollo de biosimilares, inaugurará mañana en el Parque Tecnológico de León la que será su primera planta en Europa, lo que supone "un hito para la biotecnología española", según aseguró el director general de la empresa, Carlos Bañado.
Tras una inversión de 25 millones de euros, las expectativas en cuanto a la generación de empleo apuntan a la posibilidad de alcanzar los 170 empleos, frente a las algo más de 60 actuales, cuando la planta se encuentre a pleno rendimiento, algo que vendrá marcado temporalmente por la situación del mercado.
Desde que diera sus primeros pasos en el año 2009, la compañía ha invertido más de 115 millones de euros en este proyecto biotecnológico, y fue el año pasado cuando adquirió la planta de Genhelix en León por un coste de once millones de euros. Desde ese momento se han dedicado otros 14 millones de euros para el acondicionamiento de las instalaciones y su adaptación a las necesidades del proyecto, que ha dado lugar a la primera planta con tecnología ‘single use’ de España, es decir, que tiene "un solo uso para cada lote", lo que tiene como principales ventajas una mayor accesibilidad y la reducción del impacto medioambiental del proceso productivo.
Bañado puntualizó que desde la planta de León se espera vender su producción a países como Japón, Estados Unidos y otros de Europa, para lo que esta nueva planta ha sido diseñada "para tener los estándares de calidad más amplios". Esta nueva factoría desarrollará biosimilares, que son "los equivalentes de los genéricos" para los productos biotecnológicos a partir de organismos vivos, con destino en especial a áreas como la artritis, enfermedades autoinmunes o pacientes hemofílicos.
Con todo ello se quiere mejorar la accesibilidad de los pacientes a este tipo de productos, que en general tienen un coste muy elevado, y reducir su precio en un 30 por ciento "desde el inicio" si bien "es difícil saber dónde termina eso", apuntó Bañado. Para ello se estima que se tienen ingredientes para que el proyecto resulte "muy exitoso", entre ellos el respaldo del grupo Chemo, que tiene cuatro plantas en España, dos de ellas en León, como es el caso también de León Farma, que "se inició desde cero" y que cuenta con cerca de 170 empleados y una producción que se comercializa en un gran número de países.
La directora de la planta, Luisa Amoedo, explicó que las instalaciones de León tienen una superficie total de 16.000 metros cuadrados de los que más de 5.500 son de desarrollo y producción, que incluyen una planta de industrial con dos biorreactores de 2.000 litros cada uno, una planta piloto, laboratorios de I+D, laboratorios de control de calidad y almacenes. El motivo de volver a apostar por León para el asentamiento de esta empresa es que "ya lo conocemos y nos sentimos cómodos" además de que es una provincia "con una gran tradición en biotecnología" que dispone de un grupo de gente que "sabe de lo que estamos hablando", dijo.
Se espera de que a principios del próximo año pueda arrancar la producción desde esta nueva factoría con los dos biorreactores disponibles para alcanzar una producción de 20 lotes al año, aunque tiene capacidad para contar con otros ocho biorreactores hasta alcanzar los 16.000 litros, momento en el que la planta se encontrará a pleno rendimiento, algo que insistieron que dependerá del mercado.