Hay un 20% menos de toros como consecuencia de la pandemia, y se espera que no haya suficientes para todos los festejos del verano. En concreto, podrían tener dificultades para encontrar animales aquellas fiestas planificadas para el final del verano.

Algunos ayuntamientos ya han adelantado la contratación hasta tres meses antes de lo habitual, y es que hay 3.000 toros menos que hace cuatro años. Esto se debe a que en la pandemia los ganaderos tuvieron que reducir el número de animales por la paralización de la actividad. Como los toros bravos son aptos para su uso entre los 4 y los 6 años, es ahora cuando se notan las consecuencias de la pandemia.

El descenso del número cabezas, hace que la demanda sea mayor y, por lo tanto, se espera un incremento del precio de las reses hasta de un 20% más.

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