Los fogones de la Escuela Internacional de cocina de Valladolid no han dejado de calentar ollas y sartenes desde que se pusiera en marcha el proyecto SUVOT. España, y en concreto doce alumnos de la Fundación INTRAS, han formado parte de esta iniciativa a nivel europeo. El objetivo, la reinserción laboral de las personas con discapacidad intelectual.
Entre pucheros, caldos y aceite, no sólo han aprendido a cocinar. También han cultivado la paciencia. La cocina lleva su tiempo y no vale meterle prisa. Pero el hecho de tener un plato en quince minutos, de ver el resultado, es lo que más les ha gustado. A parte de compartir esta experiencia con otros compañeros con los que han tendio que trabajar codo con codo.