El Aaiún ha amanecido relativamente tranquila y el campamento, hecho cenizas. Tras los disturbios, el gobierno marroquí ha instaurado el toque de queda. La violencia se ha transformado en miedo. Durante toda la noche la policía ha registrado numerosas viviendas y ha detenido a decenas de saharauis. Según denuncian varias ONGs, los colonos marroquíes han tomado el relevo al ejército, incitados por Rabat.
En España, centenares de personas salieron ayer a la calle para protestar contra la actuación de Marruecos y pedir al gobierno español que tome cartas en el asunto. Pero el Ministerio de Asuntos Exteriores pide a la comunidad internacional que se haga cargo de la situación. Además, Trinidad Jiménez apuesta por el diálogo entre las dos partes para poder llegar a un acuerdo.
El encuentro mantenido el lunes entre el Frente Polisario y el Gobierno de Marruecos acabó sin acercamiento de posiciones. Con la mirada puesta en lo que ocurre en el Aaiún, esta tarde esta previsto que vuelvan a reunirse a las afueras de Nueva York.