El presidente de Asturias, Javier Fernández, ha venido concitando el respeto unánime del PSOE y se ha llegado a convertir en un referente moral para el partido.

Ahora, tras ser nombrado presidente de la gestora que va a conducir los pasos del PSOE hasta que haya una nueva dirección una vez que Pedro Sánchez ha presentado su dimisión, se enfrenta a una de sus misiones más difíciles en su dilatada trayectoria política.

La secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, le ha expresado su apoyo. Pérez, que se autoproclamó "la única autoridad del partido soy yo", después de la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva socialista, escribe: "No había nadie mejor para presidir la gestora que conduzca al Congreso" del Partido Socialista".