Aunque a primera vista es difícil apreciar su presencia, el chinche americano se ha convertido en un peligroso inquilino de los pinares de Castilla y León. Alojado en las piñas, la actividad letal de este insecto se centra en los piñones, cuya producción, debido a sus efectos, se ha reducido a la mitad en los últimos años.
Este panorama preocupa especialmente a los propietarios de pinares porque frente a la industria piñonera, tan importante en algunas zonas de la comunidad, sus armas son menores. Por eso, lo que reclama el sector es la declaración de plaga oficial para así, con un estudio al detalle y más tratamientos, poder hacer frente a este insecto.